En un fallo inédito en la provincia, la Justicia misionera autorizó el tratamiento de reproducción humana asistida mediante el método de vientre subrogado en favor de un matrimonio de Jardín América.
Se trata de un caso que fue llevado adelante por las abogadas Elena Pona, en representación del matrimonio solicitante, y Natalia Maidana por parte de la mujer que cederá su vientre, la cual también es de Jardín América y tiene un lazo de amistad con la pareja.
Según comentaron, los trámites para obtener la correspondiente autorización comenzaron en mayo de 2022 ante el fuero de Jardín América y ahora se encuentran a la espera de obtener todos las certificaciones judiciales necesarias para acudir al centro médico en el cual concretarán el proceso.
“Nosotros utilizamos la estrategia de pedir autorización previa al procedimiento de reproducción técnica asistida. Una vez que está la autorización judicial, el juez autoriza que se realice el tratamiento correspondiente a través de fertilización in vitro. Puede ser con gametos masculinos de la persona y el gameto del padre intencional y el gameto femenino de la madre intencional o donados, y una vez que está autorizado, el juez ordena que a partir de que el niño nace, automáticamente, con el consentimiento previo, libre e informado, más el certificado de nacimiento, se inscriba a nombre de los padres que tiene la voluntad procreacional, es decir, de los padres comitentes“, detalló Elena Pona en diálogo con el programa Primera Plana, que se emite por FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Por su parte, Maidana, la otra letrada interviniente, conversó con el diario El Territorio y describió que “la pareja es jardinense y la mujer que va a ceder el vientre, también es de Jardín. Es una amiga de la familia, tuvo efecto por ese lado, ya que vio hace tantos años que esta familia tenía un sueño y ella decidió contribuir en este sueño. Así que ella va a ser la que va a llevar el bebé en su vientre”.
Ambas letradas sostuvieron que fue un proceso extenso, con el cumplimiento de muchos requerimientos y estudios, principalmente médicos y psicológicos en ambas partes.
Los miembros del matrimonio solicitante tiene entre 40 y 50 años y ya son padres de una niña que adoptaron tras un proceso de 8 años. La mujer que prestará el vientre, en tanto, ya es madre de cuatro pequeños.